Título: Más que un sueño
Género: Shonen ai / Ai member
Público: +14
Protas: Yokoyama, Maruyama
Pair: Yokomaru
Tipo: Drabble (Un capítulo)
Sinopsis: Kanjani8 está de regreso de una grabación en Osaka, es de madrugada y todos estan completamentes dormidos en el bus, todos...excepto Maru.
Regresábamos de grabar el Shiwake en Osaka, eran la 01: 00
a.m y todos dormían en el bus, por algún motivo yo me había sentado en el
último asiento del bus, ese largo donde alcanzamos 6 personas...
Ya recordé el motivo, me senté justo aquí para poder dormir
lo mas estirado posible, sin embargo me dolía la cabeza, aún me sentía mareado,
habíamos bebido mucho celebrando, pensé que si me estiraba un poco podría
dormir mejor y la resaca se iría rápido. Traté de estirarme y sentí que alguna
cabeza estaba recostada en mis piernas –Yuchin…- susurré, al destapar al
individuo que se encontraba en mis piernas.
Yuchin estaba plácidamente dormido, sus mejillas estaban tan
coloradas, cuando bebía se ponía de esta manera y a él se le notaba aún más por
ser tan blanco. Me quedé mirándolo un buen rato, sus carnosos labios estaban
tan apetecibles e indefensos ante cualquier beso…¡Un momento! ¿Por qué estaba
pensando en eso?. Jajajaja debo estar loco, sí, soy Maruyama, el loco sin
sentido pero estaba sobrepasándose ¿no?
Acaricie los cabellos de Yuuchin mientras dormía, realmente
parecía un niño. A veces me pongo a pensar todo lo que ha pasado en su vida,
las veces que hemos llorado juntos por diferentes motivos, las veces que me ha
demostrado su lado más débil, y tal vez mis consejos sean los mas absurdos y
tontos pero los digo de todo corazón y me alegra que por lo menos lo hago
sonreír.
La cabeza me daba muchas vueltas en esos momentos, sin
embargo no podía dejar de ver los labios de Yuchin, ¡Rayos! Necesitaba tocarlos
un poco, si no lo hacía me iba a poner
más loco de lo habitual y no era conveniente despertar a todos.
Con mi dedo índice rocé lentamente sus labios inferiores,
estaban tan suaves, tan rojos, tal vez si los besaba ni siquiera lo notaria ¿o
sí?.
Los minutos pasaban y me impacientaba más, tenía que
decidirme, era ahora o nunca, algo tan difícil de elegir pero me arriesgué, de
un solo movimiento agaché mi cabeza hasta los labios de Yoko e hice que chocará
justo con los míos, fue rápido y peligroso porque noté que se despertaba así
que regresé a mi posición haciéndome el dormido.
Vaya, al menos podía sentirme tranquilo que no me había
descubierto, mis ojos ya estaban completamente cerrados y ni siquiera quería
abrirlos de la vergüenza y de miedo que me gritará, tenía que seguir
pretendiendo que para el todo había sido un sueño, pero de repente siento esos
mismos labios que acababa de besar haciendo contactos con los míos nuevamente,
pero esta vez no era yo el que lo provocaba, Yuchin…Yuchin estaba besándome y
para asegurarme que no estaba soñando abrí mis ojos para verlo. ¡Todo era real!
volvía a cerrar mis ojos nuevamente correspondiendo al beso también mientras ambos nos
acariciábamos las mejillas coloradas.
Me separé suavemente y lo miré a los ojos sin decir nada,
solo lo miraba esperando que por favor me dijera algo.
-¿No te gustó?- me pregunta con una leve sonrisa en los
labios, a lo que yo solo asenté con mi cabeza muchas veces, claro que me había
gustado –Si tu me robas un beso, yo te cobraré el doble- me dice suavemente.
"¡Kyaaaa! ¡Yuchin es tan sexy cuando se pone de esa manera!
me gustaría que se emborrachara más seguido", cosas que pasan por mi mente.
-Hace rato que te sentí acariciándome, si me provocas de esa
manera no te hagas el desentendido luego, Maruyama- me dijo de una manera tan
amenazante que me encantaba, podía seguir escuchándolo toda la madrugada si
fuera posible, me gustaba cuando se ponía tan serio y más aún con esas mejillas
tan coloradas, ya ni siquiera me importaba que me haya descubierto.
-Lo siento, es que estabas justo en mis piernas y fue casi
imposible resistirme…- le dije y me mordí los labios de los nervios, sin
embargo sentí como el colocó su dedo índice sobre mis labios pidiéndome que no
dijera más, se levanto de su asiento y me tomó de la mano –Vamos- me susurró
–no hagas mucho ruido- volvió a susurrarme, y yo como todo un obediente niño le
seguí.
¡Ahhh! Sería la primera vez que haga algo como esto en un
baño tan angosto, ¿será algo incomodo no? Porque estaba más gordito, sin
embargo Yuuchin si que había adelgazado, quería probar esa nueva experiencia.
Nuestros cuerpos cabían muy justos dejando casi un pequeño
espacio, estábamos rozándonos todo y eso hacía más fácil excitarnos, ah
realmente los labios de Yuuchin son tan suaves y ricos, me encanta besarlo y que
me toque todo, estaba totalmente dispuesto a él.
Nuestras ropas estaban desparramadas en el suelo y a pesar
de que era invierno no sentía nada de frío, todo lo contrario, el calor de
Yuuchin me abrigaba y estoy seguro que mi calor lo abrigaba a el.
Tratamos de hacer el menor ruido posible, a pesar de que aun
estábamos un poco ebrios lo disfrutamos mucho, realmente no fue tan incomodo
como me lo imaginé, disfrute cada una de las caricias, de esas manos hermosas y
suaves de Yuuchin, yo no me quedé atrás y toque todo lo que pude también, no
iba a desaprovechar para nada un momento que me imaginaba cada noche en mis
sueños.
Ya estaba amaneciendo, nos arreglábamos lo mejor que pudimos
y salimos del baño, los chicos seguían durmiendo así que en cuclillas regresamos a nuestros
asientos.
Me sonrío y volvió a besarme suave y lento, a lo que yo
respondí de la misma manera, me sentía realmente en las nubes, él se acomodó y
regresó a su posición inicial, se volvió a dormir en mis piernas y yo ya no
pude dormir porque si lo hacia luego mi conciencia creería que todo fue un sueño.
Y si solo fuera un sueño, créanme que ha sido un sueño maravilloso.
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